La fuerza de la iglesia se centra en la juventud, quienes le proveen de vitalidad y jovialidad para el servicio del Señor, adelante jóvenes a servir y amar a Dios con todas las energías de su juventud. Aquí están departiendo las hermanas Antonia y Maribel y cercano a ellos el hermano José. Juventud y adultes juntos para imprimirle a la iglesia pasión y madurez.
sábado, 17 de julio de 2010
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